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Al igual a como lo hacemos con las demás llantas de nuestro carro, revisar el estado de nuestro neumático de repuesto es esencial, puesto que no sería para nada bueno pincharnos en la calle y enterarnos que nuestra llanta de emergencia ¡También se encuentra dañada!

Las llantas de repuesto se deterioran al igual  que aquellas que se encuentran andando, especialmente en su estructura interna por el paso del tiempo, los diferentes gases que componen el oxígeno, terminan por debilitar el compuesto de caucho de las llantas, favoreciendo la aparición de porosidades que acarrean el agrietamiento.

Es por esto que si después de mucho tiempo te ves en la necesidad de utilizar tu llanta de repuesto, no será para nada seguro, pues no tendrá las propiedades para transitar de forma correcta, como por ejemplo, responder al frenado con precisión o adherirse al suelo mojado en ocasiones de lluvia.

Las llantas de repuesto son susceptibles a la perdida lenta de aire, y al debilitamiento de sus paredes internas por los cambios de temperatura, sin olvidar que, muchos tipos de camión, SUV y pequeñas vans llevan consigo la llanta de repuesto debajo , lo que hace que esté aún más expuesta a los agentes negativos que afectan su estado; en este caso, lo mejor sería utilizar un protector.

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¿Qué debemos revisar de una llanta de repuesto?

Al inspeccionar la llanta de repuesto debemos revisar:

• La presión.
• Signos de envejecimiento como grietas o cambios en la coloración.
• Que no haya chichones o porosidades.
• El estado del caucho en general, que no presente resequedad; para esto, se aconseja incluir este neumático en la rutina de limpieza donde se utilice un shampoo suave, sin agentes tóxicos como por ejemplo, una mezcla con glicerina, aceite mineral y lauril sulfato de sodio, ya verás como quedarán protegidas tus llantas.

 Para tener en cuenta a la hora de almacenar la llanta de repuesto:

• Cerciórate que la llanta está completamente seca al momento de guardarla en el maletero; ingresarla mojada puede afectar su estado.
• Revisa que el lugar donde la guardarás se encuentra limpio, libre de sustancias corrosivas, un ambiente fresco y oscuro, este es el ecosistema ideal para las llantas.
• Chequea que la llanta de repuesto no quedará junto a una fuente de calor significativa, pues en este caso, se verá comprometida la calidad del caucho.

Nota: La llanta de repuesto debe cambiarse cada 5 o 6 años y debe, entre otras cosas, ser incluida en la rotación general de los neumáticos del automóvil; aprende aquí cómo rotar tus llantas adecuadamente.

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