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Mujer ficticia (Charlotte): ¡#$3%! ¿Pinchada? ¡No puede ser! Y ahora qué voy a hacer, debí haber leído los blog de Neumarket para aprender a cambiar una llanta, o podría tal vez…
En ese momento ingresa repentinamente un hombre japonés en Japón, a lo que Charlotte piensa que es muy extraño que hubiese aparecido de la nada como una sombra ofreciéndole amigablemente su ayuda.